Desde hace más de una década, los Sauvignon Blanc neozelandeses vienen siendo considerados como importantes vinos de referencia en su categoría y los éxitos de éstos – y últimamente de los Pinot Noir también – han posicionado este país del suroeste del Océano Pacífico entre los productores de alto prestigio del mundo. A partir del inicio de este milenio, los vinos de varias bodegas de Nueva Zelanda cobran cada vez mayor renombre internacional y ya quedan consagrados y conocidos por muchos aficionados al buen beber.