Esta hermosa isla – llamada la de Afrodita – situada en la zona oriental del Mar Mediterráneo tiene una larguísima tradición vitivinícola. Según algunos expertos hay pruebas recién descubiertas que sugieren, no sólo que hace unos milenios en ella se han fabricado copas de cerámica para beber y ánforas para transportar bebidas, sino que los chipriotas llevan algún tiempo de ventaja al resto de otros pueblos en cuanto a la elaboración del vino. La calidad de sus deleitables elíxires ha sido cantada ya por Homero y se cree que entre todos los vinos que se produce en la actualidad el más antiguo es un dulce de estas tierras.
Se trata del Commandaria, cuyo origen se remonta al siglo XII cuando libraron las Cruzadas y el Ricardo Corazón de León que tomó parte en la 3ª con campañas en Chipre también (donde se casó con la primera hija del Rey de Navarra en 1191) fue uno de sus grandes admiradores. Fueron los Caballeros de San Juan que en aquel tiempo por primera vez lo llamaron así la mezcla de las tintas Mavro y de las blancas Xynisteri que se elaboraba a base de ellas que habían sido secadas al sol durante unas dos semanas.