¿Cómo interpretar el color de un vino?
31/07/2013 El vino entra por la boca, esa es una verdad irrefutable. Pero antes, apenas un instante antes, el vino ya entró por los ojos. Y esa es otra verdad irrefutable. Sino, hagamos una pregunta turbia: ¿quién bebería un vino negro como una gaseosa cola? ¿Y uno truculentamente azul?
La realidad es que el color del vino, al menos para los argentinos y sin mucho fundamento, es un atributo clave de calidad insoslayable. Eso se refleja en cualquier estudio de mercado. Pero el asunto es que sabemos poco de colores a la hora de juzgar un vino y, sin pensarlo dos veces, para cualquier consumidor será mejor un tinto púrpura petróleo que uno ligero y brillante como un rubí. Seguir leyendo »