Esta sencilla pregunta, quizás tiene una respuesta un poco compleja.
Primero entendamos el hecho de que las bebidas alcohólicas, cuando las tomamos, nos generan un calor interno e incluso nos hacen sudorar. Esto contribuye a que muchas de las bebidas alcohólicas las tomemos frías, y no me refiero solamente a los vinos.
Segundo, y derivado de lo anterior, nos hemos acostumbrado a tomar los vinos frescos o fríos, la mayor excepción, se hace con los tintos, ya que estos si se toman fríos, no se aprecian igual, y se pueden percibir ásperos, al potenciarse los taninos en el mismo.
Tercero, los vinos tradicionalmente se han tomado “al tiempo”, lo que significa, a la temperatura ambiente, dado que se desarrollaron en las latitudes de Asia y Europa, las temperaturas promedio de esas zonas son considerablemente bajas.
Ampliando un poco mas, los vinos blancos y rosados tienen una acidez relativa un poco alta, lo cual se percibe mas agradable con temperaturas más bajas.
